Wednesday, May 28, 2008

Corrupción en re mayor


La corrupción siempre huele mal. Resulta especialmente obsceno que la corrupción salpique a instituciones como la Guardia Civil -recordemos a Roldán-, los sindicatos -PSV-, los jueces -Estevill- o las cajas de ahorros -Montilla-. Pero cuando la corrupción se extiende a la música, la cosa alcanza lo grotesco.

Hoy se ha sabido que el Tribunal de Cuentas ha iniciado una investigación para determinar si PSOE y CiU -partidos que, con su voto, salvaron el canon digital- han recibido financiación de la SGAE mediante la exoneración del canon y otros beneficios económicos. Además, la SGAE habría hecho la vista gorda, al puro estilo montillazo, con fundaciones de partidos como FAES (Partido Popular), Pablo Iglesias o Indalecio Prieto (PSOE), a las que habría también financiado directamente.

La cosa se las trae. Los políticos nos imponen el pago de una "multa preventiva", pero ellos no han de pagarla: prefieren dedicar su dinero a cosas más útiles, como los sueldos del Arriola o el Pepiño de turno. Y es que ellos no son sospechosos. Todos sabemos que los políticos no cometen ilegalidades; el resto de los ciudadanos, sí. Ni González, ni Barrionuevo, ni Montilla, ni los citados Pepiño o Roldán, ni la corporación municipal de Marbella casi en pleno han hecho nada malo. El caso de las facturas falsas, FILESA, Seat, el caso Guerra, el caso Naseiro o el Pepiñogate son ejemplos de moral intachable. Ya.

Si a uno le queda un último jirón de escrúpulos, debe ser duro ser cantante y socio de la mafia de Ramoncín. Pero me temo que la los pocos socios que mueven el cotarro tienen los escrúpulos sedados. Con cocaína o con billetes de quinientos. En cualquier caso, esta película de corrupción necesita una banda sonora: de Sabina, Ramoncín o Ana Belén. O del Chiquilicuatre. Doremifasol...

Tuesday, May 27, 2008

Jimmy Stewart cumple 100


Hace cien años y unos días -el 20 de mayo de 1908, para los amigos de la exactitud- nacía quien para muchos es el mejor actor de todos los tiempos, con permiso de John Wayne. Su nombre era James Maitland Stewart, aunque el público pronto se lo cambió por "Jimmy".

Héroe de guerra, Stewart protagonizó películas en géneros tan distantes como el western, el suspense o la comedia. Trabajó con Ford, Hitchcock y Capra que -aclaro para los fans de Almodóvar- son, probablemente, los más grandes de todos los tiempos. Su rostro familiar aparece en títulos tan magistrales como Vértigo, La soga, Winchester 73 o, por supuesto, ¡Qué bello es vivir!, ese clásico navideño imprescindible. Fue un hombre atípico en Hollywood. Se casó tarde, pero para siempre. Tuvo cuatro hijos y cuentan que prefería cambiar pañales que asistir a cócteles. Nunca escondió sus ideas conservadoras. Pero, más allá de lo inútil que resulta interpretar políticamente a un actor, traigo a colación un artículo interesante de unos días atrás:

Un curioso observador recuerda que aquellas películas, lo mismo que el teatro de su tiempo, podían ser vistas en familia. Todavía estaba vigente la definición del teatro como espejo de la sociedad y escuela de buenas costumbres. Hoy en día también cumple su función de promover costumbres, pero de índole muy distinta, ya que responde a un proyecto político deformador. Y de nada serviría romper el espejo por mostrar lo que tiene delante. La industria del cine ya no produce películas al estilo de "¡Que bello es vivir!"; dejó de ser negocio la exaltación de la vida familiar, sencilla, moralmente sana, unida como una piña.


Probablemente es una simplificación pensar que Stewart representó sólo a ejemplares padres de familia, a juzgar por papeles tan complejos como el de Vértigo. Lo que si está claro es que nunca cayó en la vulgaridad que hoy es el sello de buena parte del cine mundial, sin mecionar -para evitar náuseas- el español. Así que Jimmy Stewart se merece un homenaje, sobre todo de un blog que se llama "El forajido". Por ello, la imagen de John Wayne que preside la columna izquierda del blog se trocará, durante un tiempo, por la del hombre que no mató a Liberty Valance.

Thursday, May 22, 2008

Una buena noticia


Hace varios meses, quizá ya cerca de un año, tracé mi firma bajo el texto de una Iniciativa Legislativa Popular promovida en Castilla y León por el Foro de la Familia. La ILP -sí, las siglas suenan a compañía de seguros- pretendía instaurar en la comunidad un sistema de "Red Madre": un conjunto de centros de asistencia para madres en apuros promovidos por entidades sociales. Otros 40.622 garabatos acompañaron al mío.

Pues bien, en la entrada de hoy, cosa rara, no voy a criticar a nadie. Os doy la buena noticia: las Cortes de Castilla y León han aprobado la iniciativa. Bravo. Han votado a favor el PP y los dos llaneros solitarios de la Unión del Pueblo Leonés. El PSOE, faltaría más, está en contra de ayudar a las madres. Es lo que se llama política social. También el PP ha tenido que dar la nota, afirmando que "es necesario ayudar a las mujeres a decidir en libertad". Y, por último, Joaquín Otero, en una frase llena de belleza literaria y sentido filosófico, ha dicho que "sería una falta de consideración no tomar en consideración algo que piden más de 40.000 ciudadanos" (¿sea cual sea el considerado contenido, don Joaquín?).

Sí, ya sé que dije que no iba a criticar a nadie y he terminado criticando a todo el mundo; año y pico escribiendo en El forajido va marcando tendencia. Pero disfrutemos de la noticia. Ojalá se plasme en realidades. Y si, dentro de unos meses, me entero de que mi firma ha salvado una vida -no pido más- mi dicha será completa. Y es que a veces a uno le apetece mirar al norte y cantar, con John Denver, aquello de "Take me home, country roads". Que sea enhorabuena.

Wednesday, May 21, 2008

Historias de la Historia: "Profundas convicciones"


Soy un monárquico racional. Mi intelecto me dice que es necesaria una magistratura elevada sobre las opiniones políticas del momento, cuya elección no responda a los vaivenes momentáneos sino que engarce con la continuidad generacional. Que sea monárquico no significa, desde luego, que vea con agrado todos los actos de don Juan Carlos de Borbón en sus años de jefatura de Estado; ni tampoco, yendo más lejos, que esté de acuerdo en todos sus extremos con la regulación constitucional de la Monarquía.

Sin embargo, la gota que ha colmado mi vaso han sido las abyectas declaraciones en las que el monarca halaga a Zapatero diciendo, entre otras cosas, que es "un hombre de profundas convicciones". No es un cabreo ni una rabieta, pero creo que es oportuno hacer públicas algunas de las convicciones del rey, recogidas en una joya que encontré hace tiempo en la biblioteca. "Por España, con los Españoles. Juan Carlos de Borbón, príncipe de España" es un libro publicado en 1973 por la Editorial Doncel, recogiendo en sus casi trescientas páginas todos los discursos e intervenciones públicas del a la sazón príncipe desde la Ley de Sucesión. Veamos a continuación algunas de las profundas convicciones y juzguemos su coherencia con el reinado de don Juan Carlos. No hacen falta comentarios.

Intervención en el acto de invocación a Santiago Apostol, 1 de julio de 1971:
"Somos descendientes de aquéllos que vieron el portento de Clavijo, que recorrieron Europa y América invocando tu Nombre, y que no vacilaron en ofrendar sus vidas a la Cruzada por defender los valores espirituales y eternos".

Intervención al aceptar la designación como sucesor en la Jefatura del Estado
"Formado en la España surgida el 18 de julio, he conocido paso a paso las importantes realizaciones que se han conseguido, bajo el mando magistral del Generalísimo".

En el acto de clausura del Consejo General de la Guardia de Franco (febrero de 1970):
Habéis jurado fidelidad a los Principios del Movimiento y a las Leyes Fundamentales; yo, también; habéis jurado lealtad a Franco y a lo que Franco significa; yo, también".

"A los Requetés" (así, en genérico; desconozco la naturaleza del acto). Palacio de la Zarzuela, 13 de febrero de 1970:
"Vosotros los Requetés, que en esta época de grandes novedades materiales en que el hombre domina más que nunca a las fuerzas naturales, dáis prioridad, y con razón profunda, a los valores del espíritu, tenéis un puesto de la mayor importancia en la España del futuro. Habéis luchado durante más de un siglo por mantener las más puras esencias de nuestra Gloriosa Tradición y encontráis en la Monarquía la expresión fiel de los ideales que con tanto esfuerzo y generosidad habéis buscado"

A la Hermandad del Maestrazgo (1 de diciembre de 1969). Agárrese a la silla:
"Siempre admiré las virtudes patrióticas y guerreras de las tropas de Cabrera y Cucala, que demostraron de lo que son capaces los españoles [...] cuando sirven a su Dios, a su Patria y a su Rey. La Tradición que vosotros representáis es cada día más importante que sea mantenida en todo lo fundamental".

Así es la Historia y así se la hemos contado. Profundas convicciones inalterables en el tiempo, como las de su adorado Zapatero. Palabra, majestad. Palabra.

Sunday, May 18, 2008

¿Quiénes son estos tíos?


"¿Quién es esta tía?". Parece ser que la frase es de ese intelectual llamado José María Lassalle, el único ser humano capaz de insertar tres citas eruditas cada cinco palabras (sí, yo he sufrido una conferencia suya). Le robo su frase: ¿quiénes son estos tíos que pretenden representar a la derecha española? La mía no es una pregunta retórica. Es pura curiosidad: no tengo ni idea de qué pretenden.

Sólo sé que el nuevo PP es alabado hasta la baba por los medios satélites del socialismo. Los que querían una derecha moderna y laica (sí, parece que hasta ahora el PP era impecablemente católico) no ocultan su satisfacción. Quieren un PP que trague aún más, que trague tanto como Aouate en la portería del Dépor: homonomio, estatutos, igualdaz y talante. El problema es que no sabemos si los nuevos -Soraya, Pons o el citado Lassalle) quieren tragar o no. Aunque nos lo imaginamos. Tampoco terminamos de entender cómo puede Fraga ser uno de los puntales de la renovación. O cómo, de los muchos que hablan, ni uno solo se atreve a plantear una candidatura alternativa. Lo único que vemos es que no hay oposición, y alguien llamado Mariano desapareció hace tiempo de los titulares.

Parece ser que el martes, en ICADE, el propio Rajoy nos va a contar algo en una conferencia. El problema es que la conferencia se titula, nada menos, "¿por qué sí?". No sé si analizará por qué el Madrid ha ganado la liga, por qué las amapolas han florecido este fin de semana o por qué Contador no va a ir al Tour. Así que no voy a ir. Por eso y por que coincide con la clase de un gran sabio. Si algún lector tiene la gentileza de resumirnos la charla en un comentario, este forajido se lo agradecerá.

Hasta entonces, seguiremos preguntándonos quiénes son estos tíos. De dónde vienen. A dónde van. Qué quieren. Y lo peor de todo es que, quizás, en el fondo lo sabemos. Y nos da miedo decirlo.

(He terminado el artículo y veo que está huérfano de citas; a Lassalle no le gustaría. Pero como Epicteto de Frigia dijo que querer agradar a los demás es una trampa peligrosa, me abstendré de recordar esa cita de Wilde según la cual la ambición es el último refugio del fracaso. Y es que ya se sabe: no es vergonzoso cambiar de opinión, es vergonzoso cambiar de opinión por interés, como dijo Víctor Hugo. Lassalle, ¿te gusta más así, o me falta una de Joyce?)