Sunday, May 18, 2008

¿Quiénes son estos tíos?


"¿Quién es esta tía?". Parece ser que la frase es de ese intelectual llamado José María Lassalle, el único ser humano capaz de insertar tres citas eruditas cada cinco palabras (sí, yo he sufrido una conferencia suya). Le robo su frase: ¿quiénes son estos tíos que pretenden representar a la derecha española? La mía no es una pregunta retórica. Es pura curiosidad: no tengo ni idea de qué pretenden.

Sólo sé que el nuevo PP es alabado hasta la baba por los medios satélites del socialismo. Los que querían una derecha moderna y laica (sí, parece que hasta ahora el PP era impecablemente católico) no ocultan su satisfacción. Quieren un PP que trague aún más, que trague tanto como Aouate en la portería del Dépor: homonomio, estatutos, igualdaz y talante. El problema es que no sabemos si los nuevos -Soraya, Pons o el citado Lassalle) quieren tragar o no. Aunque nos lo imaginamos. Tampoco terminamos de entender cómo puede Fraga ser uno de los puntales de la renovación. O cómo, de los muchos que hablan, ni uno solo se atreve a plantear una candidatura alternativa. Lo único que vemos es que no hay oposición, y alguien llamado Mariano desapareció hace tiempo de los titulares.

Parece ser que el martes, en ICADE, el propio Rajoy nos va a contar algo en una conferencia. El problema es que la conferencia se titula, nada menos, "¿por qué sí?". No sé si analizará por qué el Madrid ha ganado la liga, por qué las amapolas han florecido este fin de semana o por qué Contador no va a ir al Tour. Así que no voy a ir. Por eso y por que coincide con la clase de un gran sabio. Si algún lector tiene la gentileza de resumirnos la charla en un comentario, este forajido se lo agradecerá.

Hasta entonces, seguiremos preguntándonos quiénes son estos tíos. De dónde vienen. A dónde van. Qué quieren. Y lo peor de todo es que, quizás, en el fondo lo sabemos. Y nos da miedo decirlo.

(He terminado el artículo y veo que está huérfano de citas; a Lassalle no le gustaría. Pero como Epicteto de Frigia dijo que querer agradar a los demás es una trampa peligrosa, me abstendré de recordar esa cita de Wilde según la cual la ambición es el último refugio del fracaso. Y es que ya se sabe: no es vergonzoso cambiar de opinión, es vergonzoso cambiar de opinión por interés, como dijo Víctor Hugo. Lassalle, ¿te gusta más así, o me falta una de Joyce?)

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