Tuesday, June 3, 2008

Curso de redacción en dos tardes por Baltasar Bufón


Últimamente los exámenes están manteniendo un duro tiroteo con "el forajido". Tanto que le están llenando el pecho de plomo al blog y, desgraciadamente, sólo puede disparar una entrada de cuando en cuando. Pero hasta los estudios pueden aprovecharse para mantener esto actualizado. En fechas recientes he tenido que estudiar el Auto que Baltasar Garzón , ese gran intelectual y todólogo, esputó para pedir la extradición de Pinochet. Es todo un curso de redacción acelerado. Uno se pregunta cómo un ser de tal calibre mental pudo aprobar unas oposiciones a judicatura, pero a veces es mejor no hacerse preguntas. Hay una media de 3 faltas de ortografía por carilla del auto (son 367), y la puntuación es de escándalo. Para satisfacción general transcribo algunas perlas:

- Acentuación. Don Baltasar acentúa constantemente monosílabos como "dió". En cambio, se le escapan las esdrújulas: "ordenes" (por órdenes) aparece tres veces; "centrico", "crimenes", "cubiculos", "decimo", "victima", "abundantisimos" y decenas de casos iguales pueblan el escrito. Los pronombres personales -"aquellos", "estos"- jamás los acentúa. Tampoco la mayor parte de los apellidos ("Martinez", "Ramirez", "Caceres"...).

-Vocabulario: nuestro intelectual confunde "diferencia" con "deferencia"; o "aprensión" con "aprehensión". Describe las acciones de Pinochet como "deleznables" (según la RAE, significa débil, blando o de poco valor). También utiliza en varias ocasiones el término "martirio" para definir los asesinatos, en particular, de sacerdotes o monjas. Puede que de verdad sean mártires, no diré que no, pero no sé si un Auto de la Audiencia es el marco para determinarlo, máxime por un juez tan cariñoso con los católicos como Garzón.

-Perlas teológicas: Baltasar se nos muestra en el Auto como un teólogo de altura. Así, nos dice que el objeto de las acciones de Pinochet era "violentar las creencias no teistas [sin acento] del grupo dominado" y "destruir a un grupo cohesionado por su común ideología atea y agnóstica", pero después nos habla de "martirio" de sacerdotes. ¿Mártires por ser ateos? ¿Eran sacerdotes ateos? ¿O mártires del ateísmo? La religión, para el rey mago negrito, es "ideología religiosa". Y parece que hay varias "ideologías religiosas cristianas", algunas de ellas, deducimos, ateas. Menuda empanada.

- Y, de postre, mayúsculas: hay una receta infalible para localizar a un pedante: contar las mayúsculas que pone en un texto. Hay gente que piensa que salpicar un párrafo de letras capitales le confiere un aire más docto. Garzón comienza por mayúscula todos los meses, algo que -es de suponer- le enseñaron en Nueva York: "Agosto", "Octubre", "Mayo", etc. Además, adorna su texto con mayúsculas tan arbitrarias como "poder Absoluto", "investigados por esta Causa", "comisión de un Delito", "varios Países", "siendo Torturado", "los Judíos" y así hasta el infinito.

No soy ningún fanático de la ortografía. Se me cuela alguna falta, alguna incluso en este blog que los lectores, siempre amables, me han reprochado. Pero duele leer un texto como el de Garzón sabiendo que el autor es un juez instructor de la Audiencia. La comprensión del escrito es casi misión imposible, puesto que reparte las comas como quien siembra coles. ¿Es éste el nivel de la clase dirigente en España? ¿Se puede consentir que un Auto de la Audiencia Nacional tenga un nivel de redacción impropio de un chaval de la ESO? Ya sé que unos acentos de menos son poco importantes al lado de un caso de torturas generalizadas, pero es de exigir un poco de rigor lingüístico. Otra cosa diferente es el rigor jurídico, nulo; o la capacidad de razonamiento procesal, ridícula. Pero el espectáculo que personajes como Garzón dan al mundo es para echarse a llorar. Un chiquilicuatre con toga.

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